Pese a que registra una incidencia acumulada de 5.701 puntos, Bélgica ha visto caer los contagios un 20 % en la última semana y da por superado el pico de la oleada de contagios de la cepa ómicron, aunque las autoridades consideran que aún es “demasiado pronto” para retirar las restricciones sanitarias.
“El pico está detrás de nosotros”, declaró este viernes el portavoz del instituto de salud pública Sciensano, Steven Van Gucht.
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Aunque las hospitalizaciones y los decesos por covid aumentan un 5 y un 35 %, respectivamente, la curva de infecciones muestra desde hace días una tendencia a la baja que parece indicar que el pico se registró el pasado 25 de enero.
Sin embargo, y pese a la mejoría epidemiológica, Van Gucht consideró que aún es “demasiado pronto” para eliminar las restricciones porque “la presión sigue siendo fuerte en los hospitales, en la primera línea, en los lugares de trabajo, en las escuelas…”.
“Es más prudente seguir una relajación gradual”, añadió el experto.
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Las autoridades federales y regionales de Bélgica tienen planeada una reunión sobre la pandemia el próximo viernes 11 de febrero en la que, según la prensa local, se baraja descontar un nivel a la situación de alerta epidemiológica y, en consecuencia, relajar ciertas medidas, como la limitación de horarios nocturnos en el sector del ocio.
Mientras tanto, en Bélgica sigue vigente el teletrabajo casi obligatorio, bares y restaurantes deben cerrar a media noche y la mascarilla es obligatoria en los transportes públicos y espacios públicos interiores. EFE
