En 2021 en Colombia han sido incautados, a la fecha, 18.636 individuos de fauna y 282.147 de flora, lo que ha representado 2.325 capturas.
Entre las especies de fauna más traficadas están las tortugas, hicoteas, matamatas, iguanas, babillas, canarios, loros, guacamayos azul-amarillo, monos araña, monos tití cabeciblanco y cariblanco, y de flora, palmas y guaduas.
Por esta razón, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, hizo un llamado a la protección de la riqueza natural del país: “El tráfico ilegal de especies es un atentado contra la biodiversidad, no podemos permitir que los activos naturales de Colombia se comercialicen de manera ilegal y sean considerados una mercancía”.
Las cifras fueron reveladas por el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional (Siedco). Los departamentos en los que más se presentó esta práctica ilegal son Cundinamarca, Santander, Córdoba, Antioquia, Sucre, Bolívar y Atlántico.
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Por eso el Minambiente, consciente de que estas prácticas ponen en riesgo el equilibrio de los ecosistemas, hace un llamado a la sociedad en general, en esta época de Navidad y Fin de Año, para que diga no a la venta, tránsito y comercialización de dichas especies que enriquecen la biodiversidad del país.
Al respecto, el coronel Jhon Harvey Alzate, director de la Dipro (Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía, afirmó: “Entre un 50 y un 80 por ciento de los animales que se trafican, mueren. La Policía Nacional, en su estrategia contra el tráfico de fauna silvestre, cuenta con planes de control para ponerle freno a las estructuras criminales que afectan nuestra biodiversidad”
El ministro Correa recordó que, gracias a la expedición de la Ley de Delitos Ambientales, el tráfico de fauna quedó establecido en el artículo 328A, que establece: “Quien trafique, adquiera, exporte o comercialice sin permiso de la autoridad competente o con incumplimiento de la normatividad existente los especímenes, productos o partes de la fauna acuática, silvestre o especies silvestres exóticas, incurrirá en prisión de 60 a 135 meses, y multa de 300 hasta 40.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes”.
Dicha pena se aumentará, dice la ley, de una tercera parte a la mitad cuando la conducta se cometa a través de la exportación o comercialización de aletas de peces cartilaginosos (tiburones, rayas o quimeras).
En Colombia, las modalidades de tráfico ilegal de especies son distintas, se usa desde encomiendas o envíos humanos hasta cajas de icopor en las que se hacen microhábitats, antiguos rollos fotográficos para transportar pequeñas ranas venenosas y botellas plásticas para que no sean detectadas en los controles, y movilizar así aves exóticas.
Finalmente MinAmbiente recomienda no promover el tráfico de fauna silvestre al comprar este tipo de animales para tenerlos como mascotas.