Las autoridades de Pakistán anunciaron hoy que no permitirán que ningún refugiado afgano sin visado ingrese en el país, después de que miles de civiles tratasen de huir de Afganistán tras la caída de Kabul en manos de los talibanes, el pasado día 16.
“La frontera está abierta como de costumbre, pero solo para aquellos que tengan un visado válido o una tarjeta de residente emitida a los refugiados afganos que ya viven aquí”, dijo a Efe un funcionario de seguridad paquistaní en el paso fronterizo de Chaman.
El funcionario remarcó sin embargo que no había muchos refugiados de Afganistán en la frontera esperando para cruzar a Pakistán.
“Tal vez algunas familias estén allí”, dijo, y agregó que los funcionarios les han advertido de que “no pueden ingresar sin un visado”.
Este paso fronterizo ya había aumentado sus restricciones antes de la victoria final de los talibanes el domingo con la toma de Kabul, después de una rápida ofensiva.
Para evitar la expansión de la covid-19, “los afganos que viven en Afganistán no pueden entrar y los paquistaníes que viven en Pakistán no pueden ir a Afganistán”, agregó a Efe Mansoor Arshad, un comisionado adjunto de donde se ubica el paso fronterizo de Torkham.
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Torkham es uno de los puntos más importantes entre ambos países, que registra el 65 % de la actividad comercial; seguido del de Chaman, en la provincia de Baluchistán, que representa el 25 %.
El funcionario destacó que hasta el momento no ha habido ningún incidente en el paso fronterizo.