La oposición venezolana calificó este viernes al empresario colombiano Álex Saab —presunto testaferro del presidente Nicolás Maduro, detenido en Cabo Verde— como “arquitecto de una red de corrupción”, en respuesta al Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, que le consideró como “diplomático”.
“Saab fue el arquitecto de una red de corrupción y crimen que saqueó miles de millones de dólares del país, y por eso debe responder ante la Justicia”, escribió en Twitter Julio Borges, nombrado por Juan Guaidó comisionado para las Relaciones Exteriores, en un mensaje replicado en un comunicado de la oposición.
El tuit va acompañado de una carta enviada al Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, que se mostró ayer convencido “de que el deseo de las autoridades estadounidenses de extraditar a un diplomático de un tercer país puede tener impacto negativo en las relaciones internacionales”.
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También consideran que “puede tener impacto negativo en las relaciones internacionales y puede provocar un ‘efecto búmeran’ para cualquier país, incluido el propio EE.UU., así como otros estados involucrados en juegos peligrosos con el derecho internacional”.
En respuesta, la misiva de Borges señala que “el régimen de Nicolás Maduro ha pretendido evitar la extradición del señor Saab a los Estados Unidos, donde se le busca por el delito de lavado de dinero, bajo la falsa pretensión de una supuesta inmunidad diplomática”.
“La inmunidad alegada por el régimen derivaría de un supuesto cargo oficial otorgado por el Gobierno de Venezuela como ‘agente diplomático’. Sobre este asunto, lo primero que debemos decir es que el otorgamiento de un pasaporte diplomático no significa que la persona es un agente diplomático y que en consecuencia goza de los privilegios y de las inmunidades”, subrayó
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Agregó que “ese ‘pasaporte’ (…) había sido extendido después de que se produce la detención, como si tal acto pudiese producir efectos retroactivos”.
“La condición de diplomático se basa en un nombramiento formal, en la acreditación y en la aceptación de la persona como tal por el Estado en donde está acreditado. Por tal motivo, el señor Alex Saab, en proceso de extradición en Cabo Verde, no puede ser considerado como un agente diplomático de Venezuela”, apostilló.
En la carta, explica que Saab “tampoco califica como un enviado especial en el sentido estricto del término, como está contemplado en la Convención de 1969, por lo que no gozaría de las inmunidades que le otorga el derecho internacional y estos instrumentos”.
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“Nos preocupa que un país como Rusia se aleje del derecho internacional para asumir una defensa política de un individuo que está siendo acusado de delitos como lavado de activos, concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito y estafa agravada en países como Colombia y Estados Unidos, y que además tiene investigaciones abiertas en México y otros tantos países de Europa”, concluyó.
El nombre del empresario, de 49 años, apareció en los medios cuando la exfiscal venezolana Luisa Ortega Díaz lo acusó en 2017 de ser uno de los testaferros del presidente venezolano.
Saab, nacido en la ciudad colombiana de Barranquilla y de origen libanés, está relacionado con varias empresas, entre ellas Group Grand Limited (GGL), acusada de suministrar alimentos y víveres con sobreprecio al Ejecutivo de Maduro.
Según el Gobierno estadounidense, el empresario colombiano y tres hijastros de Maduro se lucraron de estas operaciones con “cientos de millones de dólares”. EFE