Un joven indígena de 17 años murió tras un bombardeo del Ejército a un campamento de las disidencias de las FARC en una zona rural próxima al municipio amazónico de San Vicente del Caguán, Caquetá, según denunció este miércoles la Defensoría del Pueblo.
El operativo fue realizado el pasado lunes en la vereda La Esperanza, perteneciente a este municipio, fallecieron cinco disidentes y Yeison Stiven Yule Pequi, un joven de 17 años del resguardo indígena de Altamira, resultó herido, informó la Defensoría en un comunicado.
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Este organismo activó el protocolo de protección institucional de niños y adolescentes desvinculados de grupos armados ilegales, pero el joven falleció hoy en la Clínica Medilaser, en Florencia, capital del departamento de Caquetá.
El joven habría sido reclutado hace un año, según le contó la familia a la Defensoría, que alertó de la “alta incidencia de reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes” en la zona.
“La situación desencadenada por el bombardeo contra las disidencias pone en evidencia la grave situación de reclutamiento forzado en las zonas objeto de dominio territorial y combate por parte de estos grupos armados ilegales”, aseguró el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, en el comunicado.
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Se trata del segundo caso que sale a la luz de la muerte de un menor en un bombardeo del Ejército a un campamento de un grupo armado, después de que el pasado 2 de marzo murieran 12 personas en un supuesto ataque a las disidencias bajo el mando de Miguel Botache, alias “Gentil Duarte”, en el municipio de Calamar, en el Guaviare.
En ese otro bombardeo se denunció la muerte de hasta 14 menores que también habrían sido reclutados.