En la tarde del martes 22 de junio, las autoridades indígenas confirmaron que una mujer de 22 años y su bebé fallecieron en el municipio de Murindó, en el Urabá antioqueño, luego de caer en un campo minado.
La denuncia del hecho, lo realizó la Organización Indígena de Antioquia – OIA, quienes manifestaron que la mujer y su hija recién nacida hacían parte del pueblo Embera Eyábida.
“Con el dolor que embarga nuestras almas, nos vemos hoy nuevamente en la obligación de comunicar el lamentable fallecimiento de una mujer indígena del pueblo Embera Eyábida y su hija recién nacida, luego de caer en un campo minado en la comunidad Bachidubi, del Resguardo Rio Murindó del municipio de Murindó, cuando se encontraba realizando tareas propias de agricultura”, se lee en el documento.
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La OIA confirmó que la mujer era madre de tres hijos y a su vez constató con el Sistema de Alertas Tempranas que las dos víctimas fallecieron al instante en que explotó la mina.
Por otro lado, resaltaron que a pesar de que en esa zona de Antioquia se realizan labores de desminado en los últimos tres meses, este resguardo es azotado por grupos ilegales que continúan siendo una amenaza y un peligro evidente para la población indígena.
En el comunicado denunciaron que esta situación se dio luego de que “presuntos integrantes del ELN, a través de un panfleto y audios de WhatsApp, amenazaran a las comunidades de Murindó con la reinstalación de este tipo de artefactos explosivos, como respuesta a una supuesta incursión paramilitar, que buscaría retomar el control armado territorial de esta zona que estuvo históricamente ocupada por las FARC, afectando también gravemente a las comunidades de los municipios de Dabeiba y Frontino”.
Ante esto, la OIA solicitó a los grupos armados ilegales que operan en Antioquia que abandonen sus territorios y les recalcaron que sus pueblos son pacíficos.
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“Recordamos que esta guerra no es de las comunidades indígenas y que por el contrario son ellas las que padecen y sufren todo tipo de atropellos y violaciones a sus derechos humanos, territoriales, económicos y sociales. Estamos convencidos que la violencia, genera más violencia y que esta no trae consigo sino hambre y desolación”.
Por último, señalaron que desde 2020 en Antioquia, han sido nueve los integrantes de esta comunidad los que han perdido la vida al caer en estos campos minados, de estos cuatro eran menores de edad. Además, que han resultado heridos cinco indígenas y un menor de edad mutilado.
Durante 2021, según la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, han sido 65 las víctimas de las minas antipersona.