La Alta Autoridad de Sanidad de Francia (HAS) considera que vacunar a los adolescentes de 12 a 15 años tiene una serie de beneficios, tanto en términos individuales como sociales, pero aconseja que eso se haga para los sanos una vez que la vacunación de los adultos esté “suficientemente avanzada”.
En un dictamen publicado este jueves, un día después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, anunciara que a partir del 15 de junio podrán solicitar cita para vacunarse las personas del grupo de edad de 12 a 18 años, la HAS examina las consecuencias de la autorización de la vacuna de Pfizer-BioNTech para los adolescentes.
Preconiza que pueda administrarse a los que tienen de 12 a 15 años, pero con prioridad para los que tienen comorbilidades o formen parte del entorno de una persona vulnerable o con problemas de inmunodepresión.
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Para el resto, la autoridad sanitaria estima que las inyecciones tendrían que darse a este grupo “cuando la campaña de vacunación de la población adulta esté suficientemente avanzada”, pero sin dar cifras.
En Francia ya han recibido al menos una primera dosis 26 millones de personas -el miércoles se superó el umbral simbólico del 50 % de la población adulta- y el Gobierno espera llegar a 30 millones de aquí al día 15.
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Según la HAS, vacunar a los adolescentes ofrece “en primer lugar un beneficio individual directo” porque aunque sea muy infrecuente (0,9 % de los casos registrados en Francia) algunos pueden desarrollar formas graves.
También les será positivo desde el punto de vista psicológico y social, en la medida en que evitará cierres de clases, con los efectos que eso tiene.
Por último, hay un beneficio “colectivo” porque inmunizar a los adolescentes ayuda a disminuir la circulación del coronavirus y por tanto reduce el riesgo de tener que aplicar nuevas restricciones y posibilita la vuelta a una vida normal. EFE