La apuesta por el diálogo empieza a dar frutos en la crisis social después de que el Comité Nacional de Paro (CNP) hiciera este martes un llamamiento a levantar los bloqueos, aunque desde los barrios donde los mantienen critican la poca legitimidad que tienen los sindicatos en la protesta.
El CNP, conformado por organizaciones sociales y sindicales, aseguró que este martes se está dando un “desescalamiento” de los bloqueos organizados desde el 28 de abril para aliviar la situación de desabastecimiento en varias regiones del país, como muestra de la voluntad de ese organismo para negociar con el Gobierno tras 33 días de manifestaciones.
“Hay más de 40 ‘puntos de resistencia’ que se han suspendido gracias al desescalamiento, a las orientaciones, a la concertación. Así el Gobierno nacional hoy no tiene ninguna disculpa de decir que no firma los preacuerdos”, dijo el directivo de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), Nelson Alarcón.
Este es el primer avance logrado después de dos semanas de reuniones en las que los diálogos entre representantes del Comité y una delegación del Gobierno Nacional permanecían empantanados, pues las partes se mantenían sin ceder en sus condiciones.
Sin embargo, sobre los diálogos persiste una sombra de incertidumbre porque se desconoce si el CNP tiene la suficiente influencia sobre los manifestantes tan heterogéneos y las movilizaciones que desde hace un mes surgen espontáneamente en casi todo el país.
En los barrios populares, sobre todo en los de Cali donde se mantienen los puntos de resistencia más fuertes, consideran que el CNP no tiene “ninguna autoridad”.
“El problema es que el CNP, una vez que llegó el 1 de mayo, se desprendió por completo de las protestas”, aseguró a Efe Pipe, un defensor de derechos humanos desde el renombrado “Puerto Resistencia”, que agrupa a varias comunas del oriente de la ciudad, golpeadas por la pobreza y la violencia pandillera.
Desde barrios como este piden al Comité que se sienten a dialogar en los plantones con ellos y unifiquen las demandas que quieren negociar con el Gobierno, “pero ni siquiera tienen la voluntad de hacerlo. Por lo tanto no gozan de legitimidad para decir que se levanten los bloqueos”, resumió este joven.
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El Gobierno ha condicionado la apertura de una negociación al cese de los bloqueos en carreteras y ciudades, petición también secundada por empresarios ya que, según una encuesta de las Cámaras de Comercio, más del 22 % de las empresas afiliadas han tenido que suspender operaciones por los bloqueos y casi todos los empresarios encuestados reconocen que muchos puestos de trabajo corren riesgo por el paro nacional.
Mientras tanto, los jóvenes defienden que la obstrucción de las vías es una forma válida de protesta y ven los bloqueos como la única vía para que les hagan caso. “Lo que queremos es que nos escuchen”, alegó Pipe, y para ello ven como única solución “afectar la economía para que se puedan sentar a dialogar”.
La Defensoría del Pueblo aplaudió el anuncio del Comité, con quien han logrado levantar 31 bloqueos en 10 departamentos del país. Efe