Amnistía Internacional (AI) urgió a Estados Unidos a que suspenda el suministro de armas a Colombia por su uso contra manifestantes en las protestas durante el paro nacional.
La organización, con sede en Londres, consideró verificado que el Gobierno presidido por el derechista Iván Duque “está utilizando indebidamente armas y equipos de Estados Unidos para cometer violaciones de derechos humanos contra manifestantes en Colombia”.
Por ello, AI instó al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, a que “cese de inmediato el suministro, venta o transferencia directa o indirecta de material utilizado para la represión”.
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Amnistía urgió a Washington a que no solo suspenda el suministro de armas de fuego y municiones, sino también el de armamento considerado como “menos letal” utilizado por los antidisturbios como gas lacrimógeno y proyectiles.
Asimismo, pidió al Gobierno de Joe Biden que tampoco provea a Colombia con vehículos blindados o tecnologías de vigilancia y que no le brinde capacitación o cualquier otro tipo de asistencia técnica o financiera.
“El secretario Blinken tiene el poder de detener el miedo y el terror que están soportando los manifestantes colombianos, y debe hacerlo inmediatamente”, dijo en un comunicado el director de incidencia política de AI Estados Unidos, Philippe Nassif.
El funcionario de Amnistía consideró como “escandaloso” el papel jugado por Washington “en el fomento de los ciclos incesantes de violencia cometidos contra el pueblo de Colombia” y dijo que las autoridades colombianas han cometido violaciones de derechos humanos “con el apoyo de Estados Unidos”.
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“El Gobierno de EE.UU. ha tenido una angustiante participación en los asesinatos, las desapariciones, la violencia sexual y otras torturas, y la horrenda represión de decenas de manifestaciones, en su mayoría pacíficas”, añadió.
Por ello, sostuvo que la suspensión del suministro de armas debe mantenerse hasta que las fuerzas de seguridad colombiana cumplan plenamente con el derecho internacional, se investiguen los abusos cometidos y los responsables rindan cuentas.
Colombia es el mayor aliado de Estados Unidos en Latinoamérica y el Gobierno de Biden se ha mostrado mucho más cauto a la hora de criticar los abusos que en otros países de la región.
Al menos 43 personas han muerto a manos de las fuerzas del orden colombianas desde que estallaron las protestas según datos de organizaciones civiles, que también 18 víctimas de violencia sexual, cerca de 1.000 arrestos y unos 2.400 casos de violencia policial. EFE