Las manifestaciones en Colombia entraron el miércoles en su cuarta semana, con una nueva huelga nacional convocada por sindicatos de trabajadores, estudiantes y organizaciones que demandan una serie de cambios sociales, sin que se vislumbre un acuerdo con el Gobierno para poner fin a las protestas.
El presidente de Colombia, Iván Duque, ordenó el lunes a las Fuerzas Armadas desbloquear las carreteras ante la escasez de alimentos y combustibles en las principales ciudades, pero las obstrucciones continúan en varias regiones como parte de las protestas, en general pacíficas, pero durante las que ha habido saqueos, actos de vandalismo y enfrentamientos.
Unas 8.000 personas asistieron a las protestas en Bogotá, estimó la alcaldía de la ciudad que, en un comunicado, dijo que todas las manifestaciones fueron pacíficas, pero pidió a las personas comenzar el regreso a casa a las cuatro de la tarde.
“Hoy acompañamos a nuestros jóvenes, a nuestros hijos, a nuestros nietos que, no obstante, nuestras peleas de tanto tiempo siguen sin oportunidades”, dijo el abogado Roberto Hermida, de 68 años, quien justificó su participación en protesta por la necesidad de cambios en salud y educación.
Ati Quigua, la líder indígena arhuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta, quien llegó a Bogotá con 50 personas de su comunidad, dijo que salió a protestar contra los asesinatos de activistas de derechos humanos y sostuvo que el paro es “indefinido”.
Los sindicatos, estudiantes y organizaciones sociales comenzaron el 28 de abril una protesta para rechazar un proyecto de reforma tributaria del Gobierno para subir los impuestos que fue retirado y que provocó la renuncia del ministro de Hacienda.
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Pero los manifestantes ampliaron sus demandas para exigir una renta básica para las familias pobres, el fin de la violencia policial, además de empleo y educación para los jóvenes. Reuters