El Congreso de Perú aprobó este jueves la creación de una comisión para investigar como posible tratamiento contra la covid-19 el dióxido de cloro, un compuesto químico similar a la lejía cuyo consumo humano está totalmente desaconsejado por la Organización Mundial de Salud (OMS), ya que puede ser mortal.
La creación de la comisión investigadora fue aprobada por el pleno del Parlamento peruano por 49 votos a favor frente a 39 en contra y 31 abstenciones.
La iniciativa, propuesta por el congresista Posemoscrowte Chagua, del partido ultranacionalista Unión Por el Perú (UPP), salió adelante en el segundo intento después de que fuese rechazada hace tan solo seis días en primera instancia.
En la primera votación celebrada el 7 de mayo no se consiguieron los 63 necesarios, ya que votaron a favor 51 congresistas frente a 24 en contra y 24 abstenciones.
La moción plantea una investigación por 60 días donde se citarán a representantes del Ministerio de Salud, así como a “científicos y expertos en la materia”.
CONGRESISTAS ESCÉPTICOS
Chagua señaló que el año pasado hubo una fuerte campaña mediática de desinformación sobre el dióxido de cloro apoyada por el Colegio Médico del Perú, que afirmaba que no servía para curar la covid-19.
“Muchos médicos y figuras mediáticas dijeron que el dióxido de cloro es absolutamente tóxico, que es un lejía que no cura el coronavirus”, indicó.
El efímero expresidente Manuel Merino, de Acción Popular, que solo pudo resistir cinco días en el cargo ante las masivas protestas por haber propiciado la destitución de su antecesor Martín Vizcarra (2018-2020), aseguró que “hay algunos países que han utilizado el dióxido de cloro y han tenido resultado favorables”.
“Eso fortalecería al Parlamento”, espetó Merino sin mencionar en qué países tiene él constancia de que se haya utilizado el dióxido de cloro como política pública contra la covid-19.
Por su parte, el parlamentario Moisés González, del partido de derecha Alianza Para el Progreso (APP), argumentó que apoya la investigación sobre el dióxido de cloro por un testimonio de un trabajador de su despacho, y sugirió que los grandes consorcios pueden haber cerrado el paso a esa sustancia. Efe