Los niños que contraen el coronavirus pueden sufrir secuelas como el trastorno por déficit de atención y la confusión mental, lo que posiblemente perjudique su rendimiento escolar, afirmó una neuróloga.
La doctora Derya Uluduz, presidenta de la Asociación de Pacientes y Salud Cerebral de Turquía, dijo que existen serias preocupaciones de que la COVID-19 pueda conducir a una disminución en el rendimiento académico de los estudiantes de secundaria que se preparan para los exámenes de ingreso a la universidad.
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Una investigación desarrollada por la asociación evidencia que el virus, que puede causar distracción y confusión mental en los adultos, podría hacer lo mismo con los niños, explicó la doctora.
A los científicos les preocupa que los niños que se recuperan de la COVID-19 puedan sufrir una pérdida en la función cognitiva que podría perjudicar su rendimiento académico, agregó Uluduz.
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Advirtió además que los niños en riesgo no son solo los que contraen el virus.
“El período de transición a la educación en línea provocó un deterioro en el rendimiento académico de los niños y otras habilidades de desarrollo”, explicó. “Se ha restringido la cantidad de movimientos y ejercicios físicos de la mayoría de los niños, y ha aumentado la cantidad de factores de distracción que los rodean”.
Al enfatizar que el aspecto social de la educación es una necesidad para los niños, señaló que “ir a la escuela no se trata solo de aprender lecciones académicas. También se trata de mejorar las habilidades sociales y emocionales que son fundamentales para tener éxito en la vida”.
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Uluduz destacó que el cierre de escuelas condujo a más casos de estrés, ansiedad y depresión en los niños, lo que puede causar un trastorno de estrés traumático que podría durar toda la vida.
Sugirió que las personas que enfrentan tales efectos secundarios o trastornos no deben esperar a la normalización de las medidas del coronavirus para consultar a un médico. Anadolu