La Organización Mundial de la Salud (OMS) restó gravedad al hecho de que el presidente argentino, Alberto Fernández, se haya contagiado casi dos meses después de recibir la segunda dosis de la vacuna Sputnik-V, ya que, según destacó, la eficacia de este tipo de inmunización no es total.
“Hay personas que aunque estén vacunadas pueden infectarse”, insistió en rueda de prensa la portavoz de la OMS, Margaret Harris, recordando que incluso en el caso de las vacunas anticovid con porcentajes más altos de eficacia la posibilidad de infección aún es de en torno al 10 por ciento.
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Harris subrayó que la vacunación es una herramienta muy buena contra la pandemia, pero que las personas vacunadas deben continuar respetando las medidas de distanciamiento social e higiene.
Según un comunicado de la unidad médica presidencial que confirmó el diagnóstico de infección por COVID-19 de Fernández, el cuadro clínico del presidente argentino es leve debido en gran parte al efecto protector de la vacuna recibida.
Sputnik V tiene un 91,6% de eficacia contra infecciones y un 100% de eficacia contra casos graves, según los datos de los ensayos clínicos de esta vacuna, desarrollada por el laboratorio ruso Gamaleya.