El papa advirtió hoy de los peligros de la mundanidad, que “son la puerta de la corrupción”, en su discurso durante la audiencia de hoy a los sacerdotes del Colegio mexicano en Roma.
Francisco explicó a los sacerdotes que los problemas que existen en la actualidad tanto en México como en toda Latinoamérica exigen a los sacerdotes “una mirada de ternura, de reconciliación y de fraternidad”.
Destacó que, ante todo, los sacerdotes necesitan demostrar ternura con las “problemáticas que afligen a la sociedad: violencia, desigualdades sociales y económicas, polarización, corrupción y falta de esperanza, especialmente entre los más jóvenes” .
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Y les instó a no quedarse “recluidos en casa, en la oficina o en pasatiempos” y “a salir al encuentro de la gente”.
En segundo lugar, les pidió una mirada de reconciliación ante “las dificultades sociales por las que atravesamos, las enormes diferencias y la corrupción” y a prestar “atención, sobre todo, a aquellos descartados a causa de sus raíces indígenas o de su particular religiosidad popular”.
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“Nuestro tiempo actual nos impele a tener una mirada de fraternidad. Los desafíos que enfrentamos son de una amplitud tal que abarcan el tejido social y la realidad globalizada e interconectada por las redes sociales y los medios de comunicación”, agregó el pontífice argentino.
A los sacerdotes les pidió que no “subestimen las tentaciones mundanas que pueden llevar a un insuficiente conocimiento personal, a actitudes autorreferenciales, al consumismo y a las múltiples formas de evasión de nuestras responsabilidades”.
Y ante ello, insistió en que tengan cuidado porque “la mundanidad es la puerta de la corrupción” y, citando el libro de Henri De Lubac “Meditaciones sobre la Iglesia”, recordó que la “mundanidad espiritual es el peor mal que puede suceder a la Iglesia”. EFE