El Papa Francisco ordenó a los cardenales que recortaran el salario del 10 por ciento y se redujeron los salarios de otros clérigos que trabajan en el Vaticano para salvar los puestos de trabajo de los empleados comunes, ya que la pandemia del coronavirus ha afectado los ingresos de la Santa Sede.
El Vaticano dijo el miércoles que Francisco emitió un decreto introduciendo recortes proporcionales a partir del 1 de abril. Un portavoz indicó que los empleados laicos de menor nivel no se verían afectados por los recortes.
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El papa explica que, “a raíz de la emergencia sanitaria provocada por la propagación del Covid-19, que afectó negativamente a todas las fuentes de ingresos de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano”, ha tomado la decisión de reducir los sueldos para, sobre todo, garantizar todos los puestos de trabajo.
Por ello, a partir del 1 de abril, la remuneración de los cardenales que trabajan en la Santa Sede se reduce en un 10 por ciento con respecto al último salario pagado, mientras que la rebaja es del 8 por ciento en el caso de aquellos que tienen el cargo de superiores y del 3 por ciento a eclesiásticos y religiosos.
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También en el período comprendido entre el 1 de abril de 2021 y el 31 de marzo de 2023 se suspende el devengo de los incrementos de antigüedad de dos años, excepto para los empleados laicos desde el primer al tercer nivel del escalafón, es decir, los sueldos más bajos. Reuters