Al menos 518 menores de edad han muerto en México en el último año debido a complicaciones por el coronavirus (COVID-19), según la Secretaría de Salud de México, citados por el diario local Excélsior.
Este martes se cumple el primer aniversario de la Jornada Nacional de Sana Distancia y el programa Aprende en Casa, la estrategia para el cierre de escuelas en el país norteamericano con la que se buscaba prevenir la propagación del virus.
A pesar de ello, entre el 12 de abril de 2020 y el 14 de marzo de 2021 se registraron 48.380 casos de niños y adolescentes afectados por la enfermedad.
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Según los datos de la Secretaría de Salud, esto representa 144 casos de contagios por día, un promedio de seis por hora.
México registró la primera muerte de un menor de 18 años por COVID-19 el 13 de abril de 2020.
Expertos citados por el medio mexicano señalan que la idea equivocada de que el virus no afectaba a niños o adolescentes o que lo hacía en menor medida tuvo un efecto negativo.
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“… algunos organismos internacionales, como el Banco Interamericano (de Desarrollo), han pronosticado aumentos de entre 10% y hasta 50% en la mortalidad infantil global como consecuencia de la baja en el acceso a servicios básicos y el aumento de la desnutrición”, advirtió Juan Martín Pérez García, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
El especialista destacó que uno de cada tres habitantes en México tiene menos de 18 años y que, pese al cierre de escuelas que ha significado menor movilidad de niños y adolescentes, tras el contagio de algún adulto en sus casas, ellos también adquieren la enfermedad.
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“Hay que recordar que no solamente se cerraron las escuelas, sino las estancias infantiles y cualquier estancia de cuidado temporal. Hay que asumir que la mitad de la población vive en pobreza, en viviendas hacinadas; esto implica que no puedes dejar a tu hijo al cuidado de alguien. Si tienes que trabajar, te lo tienes que llevar. Esto provoca que corran el mismo riesgo de contagiarse que las personas adultas”, recalcó.