En Tailandia se administró este martes la vacuna contra la covid-19 fabricada por AstraZeneca al primer ministro, Prayut Chan-ocha, y a otros ministros del gobierno, tras posponerse en el país durante cuatro días la inoculación con ella por las dudas surgidas sobre sus efectos secundarios.
El mandatario declaró tras recibir la primera dosis que con su ejemplo pretende “crear confianza entre los tailandeses” de cara a la campaña de vacunación masiva con la que se espera inmunizar a unos 30 millones de personas.
El pasado viernes, las autoridades sanitarias tailandesas anunciaron in extremis la suspensión del inicio de la vacunación con el fármaco de la compañía farmacéutica anglosueca después de que algunos países europeos hicieran lo mismo por sus posibles efectos adversos.
Le puede interesar: Moderna comienza estudio de vacuna contra el COVID-19 en niños
Alemania, Francia, Italia y España son algunos de los países que el lunes decidieron suspender de forma preventiva la vacunación con AstraZeneca tras la detección de varios casos de trombosis en Dinamarca y el fallecimiento de una trabajadora sanitaria noruega, hospitalizada tras recibir la primera dosis.
Sin embargo, el equipo de expertos médicos del Ministerio de Sanidad Pública tailandés dijo haber recibido garantías tanto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como de la Agencia Europea del Medicamento de que la vacuna es “segura” y de que “no hay pruebas que asocien la vacunación con casos de troboembolismo”.
Recomendamos leer: General Vargas: “Esmad tendrá certificación en derechos humanos y uso de fuerza”
El país asiático, con unos 66 millones de habitantes, también espera producir a partir de junio otras 61 millones de dosis -cada persona necesita dos- de la vacuna de AstraZeneca en un laboratorio local propiedad del rey tailandés, Vajiralongkorn.