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Dos cohetes de tipo Katiusha impactaron este lunes en los alrededores de la embajada de Estados Unidos en Bagdad y un tercero en un barrio cercano sin causar heridos, después de que la semana pasada un ataque similar contra intereses estadounidenses en el norte del país dejara al menos un muerto y varios lesionados.
La Oficina de Información del Ejército iraquí informó en un comunicado del lanzamiento de los tres misiles, dos de los cuales, dijo, cayeron en la Zona Verde del centro de la ciudad, mientras que el tercero lo hizo en el cercano vecindario de Al Hareziya.
Una fuente del Ministerio de Interior que pidió el anonimato especificó a Efe que los dos proyectiles que alcanzaron la zona fortificada donde se encuentran la mayoría de las legaciones diplomáticas extranjeras y edificios gubernamentales impactaron “en la parte exterior de la embajada de Estados Unidos”.
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Según el Ejército los únicos daños que causaron los cohetes, cuyas plataformas de lanzamiento fueron posteriormente halladas en el suroeste de la capital, fueron desperfectos en cuatro vehículos privados.
Este incidente se produce una semana después de que, el pasado día 15, un soldado estadounidense resultara herido y un contratista muriera en la capital del Kurdistán iraquí, Erbil, tras el impacto de varios “katiushas”, tres de ellos en el aeropuerto de la capital.
Los ataques contra instalaciones estadounidenses en Irak han aumentado desde que Estados Unidos matara en enero de 2020 al poderoso comandante iraní Qasem Soleimaní mediante un bombardeo selectivo en Bagdad, una acción que fue muy criticada por las fuerzas políticas iraquíes y por las milicias proiraníes del país.
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La agresión de hoy se produce menos de dos semanas antes de la visita del papa Francisco al país árabe y en un momento en que las autoridades políticas y religiosas han hecho un llamamiento a la calma y condenado cualquier tipo de atentado contra instalaciones extranjeras.
Además, el incidente tiene lugar después de que la OTAN anunciara la semana pasada que incrementará su misión de entrenamiento en el país de 500 a 4.000 efectivos a petición del Gobierno iraquí para ampliar el contingente de la Alianza y hacer frente al grupo yihadista Estado Islámico.
De los ataques contra la “Zona Verde” se hacen responsables habitualmente grupos armados poco conocidos, pero Washington acusa directamente a Kataib Hizbulá, una milicia iraquí financiada directamente por Irán que EEUU ha clasificado como organización terrorista.
Este es el primer ataque en lo que va de año, y en el anterior -el pasado 20 de diciembre- fueron lanzados ocho misiles que causaron heridas a un soldado iraquí y daños en la embajada estadounidense, que calificó de poca consideración. EFE