Foto: EFE
Un gran incendio forestal en la región de Valparaíso, en la costa central de Chile, se extendió en la madrugada de este sábado hasta consumir 2.630 hectáreas de terreno y alcanzar 7 viviendas sin dejar víctimas mortales, informaron las autoridades competentes.
“Este incendio pudo haberse transformado en una verdadera tragedia. Afortunadamente, el trabajo temprano y oportuno nos ha permitido controlar un fuego que pudo haber tenido proporciones trágicas para esa zona y para nuestro país”, afirmó el presidente de Chile, Sebastián Piñera.
La Corporación Nacional Forestal (Conaf) informó este sábado que el incendió comenzó en cuatro focos simultáneos que afectan principalmente a la comuna de Quilpué, a 110 kilómetros al noroeste de la capital, de los cuales dos permanecen activos tras consumir más de 2.630 hectáreas en total.
Las llamas, que el viernes obligaron a evacuar a 25.000 personas, alcanzaron un total de siete viviendas y dejaron diez personas damnificadas, pero ninguna víctima mortal, informó La Oficina Nacional de Emergencias (Onemi).
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Para controlar el incendio, las autoridades dispusieron para este fin de semana de 30 unidades de bomberos, 27 brigadas de agentes forestales, 19 camiones aljibe, 16 helicópteros y 10 aviones cisterna, agregó la institución.
Después de que el director de la Conaf, Rodrigo Minuta, advirtiera de su “convicción” de que el incendio fue intencional, tanto el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, como el mandatario se mostraron de acuerdo y anunciaron medidas legales.
“Hemos presentado una querella criminal para castigar y sancionar en forma ejemplar a aquellos chilenos que están dispuestos a quemar su propio país. Eso no solamente es un delito, es una maldad que no tiene perdón de Dios”, explicó Piñera.
El Ministerio Público, por su parte, anunció el viernes el inicio de una investigación para determinar si el incendio fue deliberado.