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El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, aseguró hoy que el asalto al Capitolio por parte de manifestantes pro Donald Trump “no puede tolerarse” y advirtió que los implicados en esta acción recibirán todo el peso de la ley.
Pence, que tuvo que ser evacuado del Capitolio por los túneles del edificio, presidía hoy la certificación del triunfo electoral presidencial del demócrata Joe Biden cuando ese proceso fue interrumpido con la irrupción violenta de seguidores de Trump concentrados hoy en Washington.
“La protesta pacífica es un derecho de todo estadounidenses, pero este ataque a nuestro Capitolio no será tolerado y todos aquellos implicados serán procesados con todo el peso de la ley”, indicó Pence en Twitter.
“La violencia y destrucción que ha tenido lugar en el Capitolio deber parar y debe parar ya”, añadió Pence, que pidió a los manifestantes, que portaban banderas de Trump, que abandonen la sede del Legislativo.
Pence fue el miembro del liderazgo republicano que con más fuerza criticó el asalto al Capitolio por parte de decenas de manifestantes, que rompieron ventanas, abrieron puertas a la fuerza y ocuparon el hemiciclo y las salas de sesiones de ambas cámara del Legislativo estadounidense.
El líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, fue mucho menos crítico de las acciones del asalto: “Los manifestantes tienen el derecho constitucional de ser oídos, pero urjo a que se mantengan pacíficos”.
Este asalto violento, en el que una mujer resultó herida de bala, no tiene precedentes en la historia moderna de Estados Unidos y habría que remontarse hasta la quema de Washington por parte de las tropas británicas en 1814 para encontrar un ataque similar. Efe