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Italia reportó este martes 649 muertes por coronavirus, casi el doble de las registradas el día anterior, mientras que los nuevos contagios aumentaron a 15.378 frente a los 10.800 del lunes.
Mientras las autoridades luchan por acelerar la campaña de vacunación que se ha retrasado en varias regiones, el Gobierno extendió el mismo martes algunas restricciones hasta mediados de enero, en un intento por frenar los contagios.
Las escuelas secundarias debían reabrir con al menos el 50% de ocupación a partir del 7 de enero, pero la reapertura se pospuso para el 11 de enero.
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Sin embargo, las regiones del norte de Veneto y Friuli Venezia Giulia han dicho que mantendrán cerradas sus escuelas secundarias hasta al menos el final del mes.
Las pistas de esquí de Italia permanecerán cerradas hasta el 18 de enero, pues las autoridades regionales dijeron que necesitaban más tiempo para cumplir con las regulaciones ante la COVID-19.
Entre tanto, se seguirá manejando el sistema de tres niveles a nivel nacional, junto con el toque de queda nocturno desde las 10:00 p.m. hasta las 05:00 a.m.
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En medio de la emergencia sanitaria, el primer ministro Giuseppe Conte también se enfrenta a una confrontación política con su compañero de coalición, Matteo Renzi, lo que podría incluso terminar con su Gobierno.
El día crucial es el 7 de enero cuando Conte buscará el apoyo de todos sus ministros para sacar adelante el plan de recuperación económica, lo que podría hacer que el partido de Renzi, Italia Viva, renuncie a la coalición y genere una crisis gubernamental.
En este punto, se espera que el primer ministro se dirija al Parlamento y busque conformar una nueva mayoría.
De acuerdo con los analistas, en el escenario más probable, la crisis llevará a la creación de un nuevo Gobierno respaldado por los mismos socios de coalición liderados bien sea por Conteo por un nuevo primer ministro. Anadolu
