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El agente de policía que disparó en agosto del pasado año por la espalda a Jacob Blake, un joven negro que quedó parapléjico y cuyo caso desencadenó violentas protestas en EE.UU., no enfrentará cargos, informó este martes la Fiscalía del distrito de Kenosha (Wisconsin).
De este modo, el agente de policía que disparó a Blake, Rusten Sheskey, quedará libre.
El fiscal de la ciudad, Michael Graveley, explicó en rueda de prensa que su decisión de no presentar cargos se basa en la falta de evidencias.
“Es una cuestión legal y profesional. Si no crees que puedes demostrar el caso más allá de una duda razonable, tienes la obligación ética de no presentar cargos”, afirmó Graveley.
Blake, de 29 años, recibió un disparo cuando abría la puerta de un vehículo SUV, donde estaban sus tres hijos menores de edad, en una escena que fue captada por las cámaras de los teléfonos celulares de testigos.
El suceso provocó una ola de protestas contra la brutalidad policial con la comunidad negra, y dos días después un joven blanco, Kyle Rittenhouse, mató en esa misma ciudad a dos manifestantes en medio del caos desencadenado.
Tanto el presidente, el republicano Donald Trump, como el entonces candidato demócrata y ahora mandatario electo, Joe Biden, hicieron paradas durante la campaña electoral del pasado año en Kenosha para discutir lo ocurrido, en medio de la indignación generada por varios eventos similares en los que estuvieron implicados policías blancos en otras ciudades de EE.UU. Efe