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Rusia, China e Irán están detrás de peligrosas campañas de desinformación que incluyen el robo de secretos sobre las vacunas contra la COVID-19, informó el Servicio de Inteligencia de Seguridad de Canadá. Según el informe titulado ‘COVID-19: Efectos globales e intereses de seguridad nacional canadiense’, los tres países tienen diferentes motivos para realizar campañas de desinformación sobre la COVID-19 en las redes sociales.
Rusia está “difundiendo activamente desinformación culpando a Occidente por el virus” mientras intenta socavar a Occidente, fomentar una mayor influencia y poner fin a las sanciones contra su país.
China, según la publicación, “se centra en una campaña de propaganda que protege su propia reputación y legitimidad interna mientras promociona su ayuda pandémica en el extranjero”. El informe también cuestionó la confiabilidad de las estadísticas de China sobre contagios y muertes sucedidos a causa del coronavirus.
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Irán está intentando culpar a otros países, en particular a las sanciones de Estados Unidos, por su propia incapacidad para controlar el virus dentro de sus fronteras, menciona el informe.
“Los protagonistas de estas amenazas han utilizado la pandemia como una oportunidad para difundir desinformación en línea”, dijo el miércoles el portavoz del CSIS, John Townsend.
“Es importante señalar que la desinformación, que se origina en cualquier parte del mundo, puede tener graves consecuencias, incluidas amenazas a la seguridad de los canadienses, erosión de la confianza en nuestras instituciones democráticas y confusión sobre las políticas y avisos gubernamentales, incluida información sobre la pandemia”, afirmó Townsend.
A través de su embajada canadiense, China negó los cargos. Irán, que no tiene una embajada en Canadá, se ha mantenido en silencio, mientras que Rusia aseguró que quería revisar el informe antes de comentar.
Mientras tanto, en otro informe de noviembre, el CSIS dijo que espías chinos y rusos están tratando de infiltrarse en las instalaciones de investigación canadienses que trabajan en una vacuna para usar datos robados para desarrollar su propia vacuna y reclamar el crédito por el descubrimiento.
“Los espías ya no usan gabardinas, usan batas de laboratorio”, dijo el director general del CSIS, René Ouellette.
China y Rusia también están camuflando empresas para invertir en investigación canadiense y obtener acceso a los datos sobre vacunas. El CSIS advirtió a las empresas farmacéuticas canadienses del peligro a través de su Cyber Center.
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“El Cyber Center evalúa que la pandemia de COVID-19 presenta un nivel elevado de riesgo para la seguridad cibernética de las organizaciones de salud canadienses involucradas en la respuesta nacional a la pandemia. Por lo tanto, el Cyber Center recomienda que estas organizaciones permanezcan atentas y se tomen el tiempo para asegurarse de que están involucradas en las mejores prácticas de defensa cibernética, incluido un mayor monitoreo de los registros de red, recordando a los empleados que practiquen la concientización sobre el ‘phishing’ y asegurándose de que los servidores y sistemas críticos estén protegidos contra todas las vulnerabilidades de seguridad conocidas”, dijo.
Los detalles del informe sobre la COVID-19 se obtuvieron mediante una solicitud de Libertad de Información de la unidad de noticias Global News.