Damnificados colombianos del huracán Iota esperan ayudas o evacuación

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Foto: EFE

El devastador paso del huracán Iota por el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina dejó sin techo a miles de personas que esperan la ayuda del Gobierno o la evacuación para superar la emergencia.

Desde el pasado martes, cuando fueron reabiertos para vuelos del Gobierno los aeropuertos Gustavo Rojas Pinilla, de San Andrés, y El Embrujo, de Providencia, centenares de personas han sido evacuadas de la segunda isla dada la precariedad de las condiciones en ese territorio.

“En la isla todo está totalmente destruido, no hay casas, no hay comida, no hay ayuda. Las personas no saben cómo sobrevivir”, dijo Leova, una turista suiza que fue sorprendida por el huracán de categoría 5 en Providencia, donde estaba visitando a su novio.

La mujer, que llegó a San Andrés en un avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), no ocultaba su enfado porque según dice, “a ellos (el Gobierno) no les importan los turistas, solo les importan las personas que están enfermas y los niños” a la hora de escoger a quienes serán evacuados.

“Ayer hice un recorrido por la isla (Providencia) y todas las casas de la isla están destruidas, la gente se está quedando en las calles, vive en las calles”, manifestó.

Desde el pasado martes, cuando las condiciones meteorológicas mejoraron en la zona, el Gobierno colombiano ha enviado por vía aérea y marítima toneladas de víveres, agua, carpas, kits de higiene personal y otros materiales para socorrer a los damnificados.

El presidente, Iván Duque, permanece desde el martes en San Andrés, la mayor isla del archipiélago, que también sufrió grandes daños en sus infraestructuras, pero nada comparado con la devastación sufrida en Providencia y Santa Catalina, situadas 90 kilómetros al noreste e incomunicadas desde el lunes con el resto del país.

Duque se traslada a diario a Providencia para supervisar las tareas de retirada de escombros y de distribución de ayuda humanitaria que, dada la magnitud de las necesidades, parece ser insuficiente. Efe