Gobierno fortalece negocios de población vulnerable para superar pobreza

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Foto: Archivo

Las galletas de soda aparecieron en la vida de Luz Amparo Tirado como una forma de subsistencia a través de un pequeño negocio que transformó con capacitación e incentivos al participar en un programa que fortalece la inclusión productiva de la población vulnerable en Colombia.

Apenas hace cuatro años aprendió a hornear este producto, popular en poblaciones de la región Caribe, con la idea de empezar junto a su pareja y un primo un proyecto propio, y así dejar de limpiar casas de familia, actividad que realizó cuando llegó al municipio de Caucasia, en el departamento de Antioquia (noroeste), desplazada por la violencia.

“La verdad no me gustaba nada hacer galletas, pero quería tener mi propio negocio y uno mismo mandarse”, contó Luz Amparo.

Inspirada en unas tías que viven en Montería, capital del departamento de Córdoba, de esta preparación artesanal a base de harina, leche, huevos y corteza de limón, empezó un emprendimiento que al principio no proporcionó suficientes ingresos y obligó a que su compañero volviera a trabajar en una mina.

Una hermana, con la que salió del municipio de Cáceres, en Antioquia, años atrás, le avisó que debían presentarse en el coliseo del pueblo para postularse a un programa que podía hacer despegar su pequeña empresa.

“Nos metieron en una lista y pasamos”, recordó la mujer tras resultar beneficiada con la iniciativa Mi Negocio.

Este programa del Gobierno promueve y fortalece emprendimientos para que población vulnerable, entre ellos víctimas de desplazamiento forzado por el conflicto interno, reciba mejores oportunidades y genere ingresos para superar su situación de pobreza.

Desde su puesta en marcha, esta iniciativa ha acompañado a más de 10.000 emprendedores en 21 departamentos del país.

“Esto ha sido muy bueno. Aprendí muchas cosas, como por ejemplo a llevar la contabilidad y a tener más idea de cómo llevar mi negocio”, detalló la microempresaria.

Para Luz Amparo, a partir de ese momento su negocio “cambió” porque además de capacitaciones con expertos recibió capitalización, representada en insumos para fabricar sus galletas, ya reconocidas en Caucasia.

Actualmente produce unos 120 paquetes de galletas de soda al día y son tres las personas que subsisten de esta pequeña empresa, que sacó a flote con el impulso del programa de Prosperidad Social. Efe