Foto: Archivo
El representante especial de la ONU para Colombia, Carlos Ruiz Massieu, aseguró este miércoles ante el Consejo de Seguridad que “la implementación del acuerdo de paz es una parte esencial de la recuperación de los efectos de la pandemia” y volvió a reiterar la importancia de detener los asesinatos de excombatientes y activistas para evitar que descarrile el proceso.
En la reunión trimestral del máximo órgano legislativo de Naciones Unidas para discutir la evolución de los acuerdos de paz, Ruiz recordó el llamado del secretario general de la ONU, António Guterres, para que todas las partes “aprovechen las herramientas del Acuerdo para atender los desafíos asociados a la recuperación”.
En este sentido, declaró que uno de los objetivos del acuerdo es lograr una profunda transformación de la Colombia rural e hizo hincapié en que la pandemia ha puesto en relieve la urgencia del “reto histórico” de llevar el desarrollo, la seguridad y las oportunidades a las áreas rurales de este país latinoamericano.
Asimismo, volvió a advertir una vez más sobre la violencia en varias zonas que “han sufrido inmensamente con el conflicto” y que “continúan siendo asediadas por la violencia de otros actores que continúan atacando líderes sociales, defensores de los derechos humanos, antiguos combatientes y comunidades enteras”.
Al menos 42 masacres han sido perpetradas este año en Colombia, mientras que han sido asesinados 48 líderes sociales y defensores de derechos humanos, incluidos nueve de comunidades étnicas y cinco mujeres, según el último informe de Guterres presentado ante el Consejo de Seguridad sobre la Misión de Verificación de la ONU en Colombia y que hoy se discutía.
En este informe, Guterres señaló que “a pesar de una disminución en las tasas nacionales de homicidio en el primer semestre, la violencia en las regiones más afectadas por el conflicto ha continuado”.
“Las recientes masacres son un doloroso recordatorio de cómo civiles inocentes, incluidos jóvenes, son víctimas de estos grupos. Encontrar formas de detener la violencia es fundamental para cumplir la promesa del Acuerdo de Paz”, dijo hoy Ruiz ante los 15 miembros del Consejo de Seguridad.
El representante de la ONU también destacó que la justicia transicional ha ido ganando impulso por lo que consideró fundamental “brindarle apoyo, incluyendo el respeto de autonomía e independencia” con la cooperación de todos los actores y la participación activa de quienes tomaron parte en el conflicto.
Además, Ruiz subrayó que en los últimos cuatro años se han conseguido “logros innegables”, aunque advirtió que “todavía quedan retos”.
“El compromiso constante de las partes con la implementación del Acuerdo, así como la participación activa de entidades y de la sociedad civil garantizará que sea posible seguir construyendo sobre estos logros y que estos sean sostenibles”, agregó.
La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Claudia Blum, recordó el compromiso de las autoridades colombianas con la misión de verificación de la ONU, pidió a los miembros de las FARC “que digan la verdad y que reconozcan su responsabilidad” en cuestiones como el reclutamiento de menores, crímenes sexuales, ataques contra zonas civiles, la colocación de minas antipersonal o las desapariciones forzosas.
“Asimismo, deben dar detalles sobre las rutas de tráfico de droga, del lavado del dinero y sobre los lazos de unión entre la antigua guerrilla y otras organizaciones criminales”, dijo Blum durante la reunión telemática que mantuvo el Consejo de Seguridad sobre Colombia.
La ministra también vinculó la violencia en varias zonas a la situación creada durante cuatro décadas de conflicto como consecuencia del “tráfico de drogas, la economía ilegal y los ataques terroristas”.
“Nuestro objetivo, como ha enfatizado el presidente Iván Duque, es liberarnos de las causas, las motivaciones y los factores que han creado una intensificación de la violencia en e país”, concluyó la ministra. Efe