El accidente aéreo del pasado domingo en Etiopía, donde se estrelló un 737 MAX 8, enfrenta a una grave crisis a Boeing, el gigante de la aeronáutica de EE.UU. encaminado a perder en bolsa casi 27.000 millones de dólares en dos días tras la cascada de prohibiciones de su avión en Europa y el resto del mundo.
Tras el siniestro, que dejó 157 muertos, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) ha prohibido este martes que el modelo 737 MAX 8 opere en el continente europeo, sumándose a la veintena de países y la treintena de aerolíneas de todo el mundo que han suspendido los vuelos con ese aparato.
La autoridad estadounidense de aviación (FAA, acrónimo en inglés), que certifica la seguridad de los aviones, considera así los Boeing 737 MAX “aeronavegables” hasta nuevo aviso, a la vez que colabora en la investigación de las causas del accidente, del que se ha recuperado ya la caja negra, si bien tomará medidas si identifica problemas.
No obstante, la FAA reconoció que “informes externos están dibujando similitudes entre este accidente y el vuelo Lion Air 610 accidentado -en Indonesia- el 29 de octubre de 2018”, en el que la caja negra indicó un fallo en el sistema automático.
Ante el segundo accidente de un Boeing 737 MAX 8 en apenas medio año, la lista de países que han ordenado suspender los vuelos con ese modelo en su espacio aéreo no ha hecho más que alargarse, partiendo de China, Mongolia e Indonesia, que lo decidieron este lunes, a las mayores economías europeas, este martes.
Reino Unido, Alemania, Francia e Italia dieron el paso horas antes de que se pronunciara la EASA, instancia superior, con una “medida preventiva”, y también lo han hecho la mayor touroperadora mundial, TUI, y países como Irlanda, Australia, Singapur, Malasia y Omán.
Por su parte, una treintena de aerolíneas de todo el mundo han suspendido los vuelos con ese modelo, entre ellas Ethiopian Airlines, Norwegian, Aerolíneas Argentinas, Aeroméxico, la brasileña Gol, la india Jet Airways, la surcoreana Eastar Jet, Cayman Airlines o Royal Air Maroc.
Mientras, la inquietud de los pasajeros por subirse a este tipo de avión se ha extendido a las tripulaciones, cuya asociación profesional en EE.UU. ha pedido a American Airlines, la mayor aerolínea del país, a sumarse a la suspensión pese al mensaje de tranquilidad de las autoridades.Efe





