Foto: Archivo referencial
El Gobierno de Paraguay anunció este domingo que “retira su confianza” a Jan Jarab, representante en América del Sur de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, y tachó de “irresponsables” algunas de la expresiones de su comunicado sobre la muerte de dos niñas de 11 años en un enfrentamiento entre militares y la guerrilla Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Jarab había subrayado que la investigación debe indagar en las responsabilidades directas en el incidente, pero también en todo el nivel jerárquico involucrado en la operación, así como en la posible alteración del lugar de los hechos.
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Además, apeló a la importancia de tener presente el Protocolo de Minnesota, sobre el Manual de las Naciones Unidas sobre la Prevención e Investigación Eficaces de las Ejecuciones Extralegales, Arbitrarias o Sumarias.
A ese respecto, la Cancillería calificó de “irresponsables las expresiones del representante Jan Jarab, que insinúa posible alteración de los hechos, sin siquiera requerir y tomar conocimiento del informe oficial proveído por el Estado”.
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Agrega que se trata de un “hecho que junto a otras actuaciones del mismo ya objetadas y observadas a la Oficina del Alto Comisionado llevan al extremo de retirar la confianza al señor Jarab, en cuanto a su predisposición de entablar una comunicación fluida, directa, constructiva y permanente con las autoridades competentes del Estado paraguayo”.
Asimismo, la Cancillería aclara “que el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) no es un grupo armado no estatal, como erróneamente afirma dicha oficina, sino una organización criminal, con objetivos y acciones terroristas, como ya ha sido confirmado en fallos firmes y ejecutoriados por los tribunales de la República”. EFE