Momentos de angustia vivió un grupo de esquiadores por cuenta de un niño que al resbalar de su asiento, el pequeño de ocho años quedó colgando de una de las sillas que se utilizan para subir a la Grouse Mountain en un Resort para esquiadores en Vancouver, Canadá.
Afortunadamente, y gracias a la creatividad de quienes estaban cerca, que usaron una malla y una espuma lograron que el niño saltara y saliera ileso. Los rescatistas improvisados celebraron y además regalaron un pase extra al menor para esquiar.