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A través de sus redes sociales, el senador por el Polo Democrático, Iván Cepeda, se explayó en seis trinos donde expuso una crítica y propuesta al Gobierno Nacional para que se puedan replantear los protocolos que se tienen ante la lucha contra el narcotráfico en el país.
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Las principales críticas que realiza el parlamentario se enfocan en tres pilares que él considera como “el principal elemento de descomposición de la democracia”, pues señala que el plan que tiene el gobierno actual con respecto a la estrategia de “guerra antinarcóticos”, se basa en “políticas belicistas”.
Estos son los argumentos que más reitera el parlamentario en su hilo en Twitter:
- Imposición a la visión de los Estados Unidos
- Intervención militar como tratamiento
- Criminalización del campesinado
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Siendo así, el argumento de Cepeda inicia desde la concepción que tiene sobre el ejemplo que según él, se adoptó desde el manejo que tiene Estados Unidos sobre este tipo de determinadas economías ilegales, además de señalar que de no presentarse un cambio sobre la política del narcotráfico, “seguiremos prisioneros de la visión que nos han impuesto”.
“El método importado desde EEUU de alianzas con ciertas organizaciones del narcotráfico para acabar con otras, ha sido un factor de corrupción institucional que ha deformado estructuralmente al Estado colombiano. Esas alianzas temporales terminaron por ser nexos orgánicos”, trinó el senador.
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Posterior a este argumento, el parlamentario señaló que debe existir un análisis sobre la presunta relación de la “redes estatales corruptas con el narcotráfico”, y de esta manera, según Cepeda, se entendería la razón de la presencia de las redes criminales en contextos de intervención militar.
“Sin un análisis crítico de los estrechos vínculos de redes estatales corruptas con el narcotráfico, es imposible comprender por qué donde existe fuerte presencia militar y policial proliferan redes criminales, así como la circulación de precursores químicos y de la misma droga”, continuó.
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Finalmente, el congresista le da un cierre a su argumentación, señalando que quienes se ven más afectados con este método de “guerra antinarcóticos”, son los campesinos que siembran coca y ven en este tipo de economía, un auxilio para subsistir en las zonas rurales donde viven.
“Seguir criminalizando el campesinado sembrador de coca, y utilizar la intervención militar (nacional y extranjera) de zonas rurales como tratamiento del narcotráfico mostró ser, hasta la saciedad, un monumental fracaso y una estrategia funcional a la reproducción de ese negocio”, finalizó.
