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Con el fin de enfrentar la pandemia del coronavirus, los funcionarios de finanzas de las economías del G20 acordaron el miércoles apoyar una suspensión temporal de los pagos de intereses de la deuda para los países más pobres que solicitan tolerancia.
“Nuestros esfuerzos deben continuar y ampliarse. Nos comprometemos a utilizar todas las herramientas de política disponibles para apoyar la economía global, mantener la estabilidad financiera y evitar profundos efectos económicos”, anunciaron los ministros de finanzas del G20 y los gobernadores de los bancos centrales en un comunicado después de reunirse para discutir la crisis del virus.
Los miembros respaldaron un plan de acción en respuesta al COVID-19, comprometiéndose a atravesar la crisis y lograr una recuperación económica global robusta, sostenida e inclusiva.
“Nosotros [los miembros del G20] acordamos un enfoque coordinado con una hoja de términos comunes que proporcione las características clave para esta iniciativa de suspensión del servicio de la deuda, que también acordó el Club de París”, dijeron en un comunicado.
El G20 también pidió a los acreedores privados que participen en la iniciativa en términos comparables.
“Pedimos a los bancos multilaterales de desarrollo que exploren más las opciones para la suspensión de los pagos del servicio de la deuda durante el período de suspensión, mientras mantienen su calificación actual y bajo costo de financiamiento”.
Los miembros del G20 también acogieron con beneplácito los pasos de ayuda ya tomados por el FMI y el Banco Mundial para ayudar a los países que lo necesitan, argumentando que las principales instituciones financieras están utilizando todos los instrumentos en la mayor medida posible como parte de una respuesta global coordinada.
“Apoyamos la adopción e implementación rápida de una respuesta financiera sólida para ayudar a los países necesitados y mantener la estabilidad financiera mundial y la resistencia”.
Según la declaración, la respuesta financiera incluye la entrega de un paquete integral de apoyo del FMI, la implementación urgente de más de USD 200.000 millones en apoyo propuesto por el Banco Mundial y los bancos multilaterales de desarrollo, y abordar las vulnerabilidades de la deuda en los países de bajos ingresos debido a la pandemia.
El plan será revisado regularmente a medida que se desarrolle el impacto de la pandemia COVID-19. Anadolu
