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Los hospitales en EEUU carecen de equipos médicos clave, incluidos kits de prueba y equipo de protección para los trabajadores de la salud en la primera línea de la lucha contra el coronavirus, según un informe la Oficina del Inspector General del Departamento de Salud y Servicios Humanos del país.
El informe genera una nefasta imagen del sistema de salud estadounidense en una fase crítica en lo que el presidente de EEUU, Donald Trump, llamó una guerra contra un “enemigo invisible”.
De las entrevistas realizadas entre el 23 y el 27 de marzo por el organismo, se determinó que los hospitales se enfrentan a una escasez “severa” de suministros de pruebas. Además, resaltó los prolongados tiempos para recibir los resultados, que están obstaculizando la capacidad de los médicos y enfermeras para controlar de manera efectiva a los pacientes y al personal.
Las entrevistas incluyeron respuestas de 323 hospitales en 46 estados y descubrieron la escasez “generalizada” de lo que se conoce como Equipo de Protección Personal (EPP) para los trabajadores médicos, situación que ha puesto en “riesgo al personal médico y los pacientes”.
“Los hospitales informaron que el uso continuo, por encima de lo habitual, del EPP estaba contribuyendo a la escasez y dado la falta de una pieza en la cadena de suministro sólida estaba retrasando o impidiendo tener los suministros requeridos para proteger al personal”, resaltó el documento.
La Oficina del Inspector también señaló que la actual situación generó una mayor ansiedad entre el personal de los hospitales causada por el miedo a ser infectado.
“El nivel de ansiedad entre el personal no se parece a nada que haya visto anteriormente”, manifestó el informe.
Sin embargo, el informe señala que, dado la rápida evolución del brote en EEUU así como la respuesta gubernamental, el estado de la situación pudo haber cambiado, para bien o para mal, desde que se realizaron las entrevistas. Anadolu




