Paro o COVID-19: la difícil elección del trabajador informal latinoamericano

Foto:@bogota_social

Aunque miles de empleados en Latinoamérica paralizaron sus actividades o las llevaron a casa, no todos tuvieron la misma opción, ya que los trabajadores informales no paran y se enfrentan a la doble tragedia de arriesgar su salud o ver perjudicados sus ingresos.

“LLeve sus mascarillas económicas para el coronavirus”, gritaban dos vendedoras en las calles previo al simulacro de cuarentena en la capital colombiana, espejo de la realidad de muchos trabajadores informales para quienes detener sus actividades no es una opción y el rebusque se convierte en modo de vida.

Frente a la crisis por el coronavirus, “Latinoamérica a diferencia de China, Europa y Estados Unidos tiene el gran reto de la informalidad, dependiendo del país que uno mire esta tiene un peso distinto. A nivel promedio un 30 % de la economía es informal en estos países y cerca de la mitad de la fuerza laboral es informal”, alertó a Efe el fundador de la firma de investigación de mercado RADDAR, Camilo Herrera.

El analista precisó que “esa informalidad no significa ilegalidad” y que “siete de cada diez de estos informales tienden a ganar diario y con eso viven”, por lo que “pueden verse golpeados de manera muy importante con las medidas de contención que se están dando en la región” ante el coronavirus.

El gerente de servicios legales de la consultora KPMG en Colombia, Juan Mauricio Joya, explicó a Efe que “el impacto previsible para los trabajadores informales está dado principalmente en la suspensión de sus actividades productivas”.

“Estas, por lo general, consisten en el comercio de bienes y/o algunos servicios. Así, al presentarse restricciones en movilidad y/o de reuniones o aglomeración de personas, esta clase de trabajadores informales dejarían de percibir inmediatamente su sustento”, indicó.

En cuanto al tema de salud, “normalmente estos trabajadores informales se encuentran cubiertos por el sistema de salud subsidiado bajo el cual se encuentran amparados estén o no estén trabajando”, añadió el socio director de servicios legales de la misma firma en Colombia, César Barrero Berardinelli.

“De ahí que en tales casos no sufrirían pérdidas de cobertura en salud más allá de la que se pueda generar por la saturación del sistema, riesgo al que estamos expuestos todos”, matizó.

Este no es un caso exclusivo de Latinoamérica pues Human Rights Watch (HRW) advirtió que será la población más desfavorecida de EE.UU. la que sufrirá en mayor medida los efectos de la pandemia del coronavirus, dadas las desigualdades económicas y el frágil sistema de garantías sociales con el que cuenta el país. Efe