Según la Fiscalía, familiares de reclusos y los mismos internos pagaban millonarias sumas a funcionarios del Inpec a cambio de obtener beneficios ilegales en las celdas.
Uno de los casos más preocupantes es el de la cárcel “La Modelo” de Bogotá, en dónde, al parecer, con complicidad del propio director del centro penitenciario, César Ceballos, se cobraban altas mesadas mensuales a cambio de estar en determinado patio del penal y obtener un trato privilegiado.
Según las investigaciones, todo tiene un precio, la Fiscalía descubrió una especie de tarifario en dónde se estipulaban los valores de cada beneficio; desde el ingreso de damas de compañía hasta licor y objetos de lujo.