Foto: Archivo Referencial
Un nuevo atentado en contra del medio ambiente se da en el oleoducto Caño Limón Cobeñas. El derrame de crudo se produjo por un presunto atentando en la vereda Miralindo, zona rural del municipio de Toledo, donde el río Margua fue contaminado por este hidrocarburo; la explosión causó un incendio que afectó una zona boscosa cerca al afluente.
El pasado 6 de febrero, en vereda Guachimán, zona rural de Tibú, Norte de Santander, donde se habría instalado una válvula clandestina con la que se pretendía extraer ilegalmente el hidrocarburo, generó un derrame del crudo en la zona, que fue contenido por operarios; sin embargo, hizo que las autoridades encargadas levantaran su voz en contra de estos actos de ‘ecocidio’.
La compañía petrolera denunció que Caño Limón Cobeñas ha venido sufriendo diferentes atentados en su contra, teniendo solamente en el año pasado, un registro alarmante de 18 ataques terroristas y 130 válvulas ilícitas en la región del Catatumbo; por lo que Ecopetrol se ha pronunciado, asegurando que el suministro de gas natural será suspendido en la zona para prevenir accidentes en la comunidad.
Por otra parte, la empresa también teme por la seguridad de los trabajadores, ya que en la zona hay presencia de grupos armados ilegales, además de la posible instalación artesanal de minas antipersonales en esta región, por lo que se pide al Gobierno las garantías que permitan el desarrollo regular de las actividades petroleras.





