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Durante la III Conferencia Ministerial Hemisférica de la Lucha contra el Terrorismo en América Latina que se celebró en Bogotá el pasado lunes, se anunció que la extinta guerrilla de las Farc, hoy convertida en un partido político, dejaría de ser considerada como una organización terrorista, decisión que se tomó desde el pasado 17 de enero pero que hasta ahora se hizo pública.
Con respecto al acta reconocida como “Vicky”, emitida por parte del Consejo Nacional de Seguridad, se determinó que este desmovilizado grupo armado dejaría de integrar la lista de grupos terroristas, situación diferente a la del Ejército de Liberación Nacional (Eln), pues este fue ratificado por el presidente Iván Duque, como un grupo subversivo que debe considerarse como una célula terrorista.
Esta determinación se suma a la decisión de la Unión Europea en 2017, cuando dictaminó que la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc), conocida de esta manera tras firmar el acuerdo de paz y erradicar las siglas que adoptó cuando era un grupo armado ilegal, era excluida de su listado de organizaciones terroristas; caso que no comparte aún el Gobierno de Donald Trump.
Dicho anuncio fue bien visto por parte de quienes pedían que el Gobierno actual demostrara su interés por el avance en los acuerdos que se realizaron en la Habana (Cuba) con este grupo; en dicha reunión de la semana pasada, asistieron el presidente Iván Duque, la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, la ministra de Relaciones Exteriores, Claudia Blum, y la ministra de Justicia, Margarita Cabello, entre otros miembros del gabinete.





