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Pocos días antes de terminar su mandato, el alcalde saliente Enrique Peñalosa aseguró que no se dedicará a atacar la administración de Claudia López como sí lo hicieron con la suya desde el primer día.
En su cuenta de Twitter, el mandatario recordó que cuando llegó al Palacio de Liévano ya contaba con iniciativas de revocatoria en su contra, lo cual no promoverá en contra de la alcaldesa pues son “distintos”.
“Yo le deseo lo mejor a ella. A diferencia de lo que me pasó a mí, que sin ni siquiera haberme posesionado me comenzaron a organizar la revocatoria, nosotros solo le deseamos cosas buenas por el bien de la ciudad, nosotros somos distintos”, escribió.
Igualmente, Peñalosa dijo que no va a emprender acciones populares o legales en contra de López quien se posesiona el 1 de enero, pues “si le va bien a la nueva Alcaldía le va bien a la ciudad y ese es el deseo que debe motivar a todas las personas, por el bien de Bogotá”.
“Nosotros no vamos a organizar revocatorias, nosotros no vamos a promover que le bloqueen nada en el Concejo, nosotros no vamos a promover decenas de acciones populares y legales para bloquear los proyectos que hagan”, prometió el alcalde en su red social.
Sin embargo, en entrevistas con varios medios de comunicación en los últimos días, Peñalosa sí criticó duramente cómo recibió a Bogotá cuando inició su mandato recordando que en la alcaldía de Petro solo hubo “chambonadas”.
En un balance sobre su gestión, el alcalde dijo que el SITP estaba “completamente quebrado” cuando llegó al cargo y que el que ahora deja está renovado incluso con la implementación de los nuevos buses eléctricos, además, de la renovación de buses de Transmilenio que gestionó y cambió por uno a gas ya que los anteriores eran “contaminantes” y “tenían más de un millón de kilómetros de uso”.
